Somos invencibles

sábado, 3 de marzo de 2012

Pues sí, lo conseguimos: somos invencibles. Después de acabar la Eternal Running en menos de 3 horas (requisito mínimo para no ser un fracasado y convertirte en invencible), ya poco nos queda por hacer. La carrera fue increíble, incluso corrimos desde el principio, pues llegamos a tiempo para la salida cuando el speaker estaba cantando la cuenta atrás e iba ya por el número 5. Pero allí estábamos, con nuestros disfraces de exploradores, pseudo-exploradores y exploradores-si-le-echas-mucha-imaginación, Curillo por supuesto en primera fila, rodeado de miles de personas, mariquitas, fichas de parchís que querían ser Power Rangers, Heidis, escoceses, y Cabos y Gatas (menos mal que no elegimos ese disfraz tan poco original ¿eh Elenita?), todos con las pilas cargadas y un bote de nata de montar para pasar por todos los obstáculos.

La piscina del pueblo, la valla para salir de la piscina, pasar por debajo de un autobús, charcos de barro y montañas de arena, una cuba de escombros llena de agua, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra, y otra y otra que nunca de acababan, escalar camiones llenos de paja, cubas vacías, neumáticos, un arrastre bajo un alambre de espinos... y 11 kilómetros de carrera por la montaña, subidas y bajadas con un avituallamiento sin agua pero con porrones de vino, para volver al inicio, la piscina, la valla, el autobús, las cubas, los hinchables y ¡la meta!

Nada se resiste a los monitores, con un Currillo estelar, en segunda posición, ¡segundo de entre mil quinientos!, y todos los demás llegando en cascada, eso sí, más de una hora después de Super Currillo. La Eternal es increíble, dura pero inolvidable, divertida a más no poder, diría incluso que es una carrera perfecta para el grupo de monitores. Voy avisando, se está gestando correr en diciembre la Eternal Running de... ¡Hawai!

Pero aunque no hubiésemos acabado en 3 horas, los monitores somos invencibles. Porque no nos frena ni el conducir 12 horas desde Huesca hasta Almería como Elenita, ni viajar de Zaragoza al sur para apenas convivir un día y medio con otras 10 horas de vuela como Ana, ni el preparar una casa como la de Currillo para acoger a 10 personas, o el ducharnos con agua fría... bueno esto sí que nos frenó, hasta que fue inevitable tras acabar la Eternal... El encuentro de Almería ha sido, como siempre, maravilloso, maravillosillo diría yo. Andandillo y corriendillo de aquí para allá, con visita guiada por el centro de Almería aunque JP prefiriese ver escaparates y el Tata hablar por teléfono; con la nueva estrella invitada, La Pinza de Los webos, el nuevo tótem que ha ido pasando de unos a otros; con Elenita interpretando sordomudamente a las guías; con paella junto al mar en el Cabo de Gata y siesta incluida en la playa (de 30 minutos, no había tiempo para más); con visita a los refugios de la Guerra Civil por el subsuelo de Almería; con pastelona en la mejor pastelería de Almería y pelea de merengue incluida; con el lobby de periodistas actuando para reordenar el programa de actividades (y eso que no había termas), y con espectáculo de flamenco mientras JP y Felirrintxi se sacrificaban por el grupo para hacer una exquisita cena.

Gracias de nuevo a todos por otro encuentro inolvidablillo

Dame un silbidito

jueves, 1 de marzo de 2012

Ya se lo decía Pepito Grillo a Pinocho, si tienes problemas, ¡dame un silbidito!. Realmente, el silbido es una herramienta muy útil para comunicarnos a distancia, si no fuera porque, a parte de la clásica musiquita que entonamos cuando pasa una chica guapa, no lo usamos nada más que para llamar la atención de alguien que está lejos. Pero la necesidad ha hecho que en La Gomera se haya creado un auténtico sistema comunicativo basado únicamente en silbidos.

Para entender cómo surje este lenguaje, hay que conocer la orografía de la isla. Es fácilmente comprensible que, antiguamente, y debido a que La Gomera es toda ella una isla volcánica llena de valles y acantilados, los vecinos y pastores, aislados por el terreno, precisasen de un método para comunicarse a distancia. El silbido sustituye a la voz, es más potente y llega más lejos, y aunque más difícil de comprender, se aprende como se aprenden todos los idiomas: pasando de padres a hijos.

El silbo Gomero es seña de identidad de la isla. Lo conocen todos los niños, puesto que en La Gomera el silbo Gomero es una asignatura más como pueden serlo el inglés o el francés. Cuando le preguntamos a Gustavo, el chófer de nuestro autobús, si él lo usa, nos dice que para qué, si ya tiene el WhatsApp. En efecto, la mejora de las carreteras y las nuevas tecnologías han hecho perder sentido a este lenguaje, pero esta tradición tan singular jamás se perderá porque la Unesco la declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2009.

Asistimos a una demostración de este lenguaje, en el que una chica iba guiando a su compañero por medio de silbidos para que encontrase unos objetos escondidos y los devolviese a sus dueños. Si te dicen en español antes lo que van a silbar, puede parecer sencillo de entender, de hecho se asemeja a hablar silbando. Pero sin esa adevertencia previa, es totalmente imposible comprenderlo. La chica nos contó que, en efecto, es una materia que aprenden en la escuela y que es bastante complicada, y que de hecho, si no se utiliza, es normal que se olvide. Como cualquier idioma, en verdad, sólo que se antoja complicada practicarlo en casa viendo una película en versión original silbada.

Sin embargo, cuando nos bajamos del autobús en la capital, San Sebastián de la Gomera, escuché gente silbando por las calles, y me percaté de que, efectivamente, se estaban comunicando. Incluso traté de hacer mis pinitos con el silbo gomero, y los 4 chicos que iban delante mía se dieron todos la vuelta. A saber qué dije, por eso habría que decirle a Pepito Grillo que vale, le damos un silbidito, pero con cuidado si es en La Gomera.

Un reportaje pequeño sobre este lenguaje: