Hay muchos adjetivos que podrían describir el viaje a Lisboa, como el de rabioso, pero me quedo mejor con el de super chulo; bueno no, super super chulo. Los mejores viajes son los que pasan las cosas más inesperadas, y en esto ya empezó así desde el principio, porque desde luego quién se iba a esperar que a Fati la del GPS se le ocurriera mandarnos a otro pueblo con una calle igual que la del albergue de Lisboa.
Pero una vez superada esta primera dificultad, todo salió a pedir de boca: y desde luego, porque no pasaban ni dos horas desde la última comida que ya nos entraba otra vez hambre: los choripanes de Óbidos, las queijadas de Sintra, la torta de miel de Nazaré, el bacalao de Lisboa... siempre acompañado, no podía ser de otra forma, de su cervecita, Sagres si era posible.
Un viaje en el que también acompañó el tiempo: unas veces llovía, otras hacía bueno... con esta predicción, ¿quién se iba a resistir a pegarse un bañito en la playa de Guincho? Entre viaje y viaje en coche, un repaso a la guía para conocer mejor los lugares, aunque ya sabéis, si te interesa, manda callar al que va leyendo.
Un viaje en el que al principio no pintaba nada y al final me alegró mucho conocer a Paula, Rosanna la que siempre faltaba, Zaida, Alberto, Tania, Andrea y Cecilia, y al que ya conocía, claro. Obrigado-nos.
Un viaje super super chulo
lunes, 26 de abril de 2010
Publicado por Lince, viajero de culo inquieto en 18:19
Etiquetas: 005.Viajeros, 200.Europa, 214.Portugal
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2 comentarios:
q envidiaaaa!!!
jejejjeje....super chula esta entrada! (y la canción)
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