La catedral a su gusto

sábado, 6 de febrero de 2010

Al norte de Gran Canaria, tras una sinuosa carretera que recorre un valle, se alza de repente, ante los atónitos ojos de cualquier lince, una estructura de color grisácea que contrasta en tamaño y color con las pequeñas casas blancas características de las islas. Al aproximarnos más, descubrimos que la construcción es en verdad una catedral, inmensa y recargada, que poco pega en el paisaje que la circunda. Una razón más para acercarnos a conocerla.

Estamos en Arucas, una población isleña pequeña, más conocida por ser la catedral del Ron de caña Arehucas. Pero no era la fábrica la que estábamos viendo. La Catedral de Arucas destaca primero por su color, grisáceo tirando a negro, dado que para su construcción se ha usado roca volcánica tan presente en Canarias. Por otro lado, es muy grande para un poblado tan chico. Pero lo más sorprendente es su estilo arquitectónico, con rosetones, agujas recargadas de 60 metros de alto y estirados ventanales. Un edificio gótico en toda regla que se empezó a construir... en el año 1909.

Por ello se define como neogótica, pero no importa, si Arucas quería una catedral, están en su derecho de construirla como quieran. Es más, en verdad la catedral no es tal; se llama Iglesia de San Juan Bautista, pero a los aruquenses les gusta presumir de su "Catedral de Arucas". Un edificio a su gusto y, desde luego, con gusto.

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