La plaza del pueblo

domingo, 14 de febrero de 2010

Todos los pueblos tienen una plaza (bueno, todos menos Covanera). Y no es un dato irrelevante: la plaza constituye un lugar esencial en la vida de sus ciudadanos. Ya desde antiguo la plaza, otrora llamada ágora o foro, ha sido una constante en todas las civilizaciones, desde los egipcios a los mayas, como el espacio público de encuentro, comercio y discusión.

Hoy en día las plazas siguen cumpliendo esa función. En los pueblos, los viejos se reúnen en la plaza para hablar del tiempo, del fútbol y de a quiénes se han encontrado por el camino. En la plaza se vende, se suele instalar un mercado, y siempre está el bar del pueblo donde echar la partida. En la plaza los niños juegan, las madres gritan a los niños que juegan, los hombres miran a las madres que gritan, y no se sabe muy bien porqué en la plaza siempre suele aparecer el tonto del pueblo haciendo de las suyas.

Será porque en Covanera no hay, pero me suelo fijar mucho en las plazas de los pueblos. Las hay grandes, pequeñas, cuadradas o redondas, porticadas, cerradas o abiertas... pero siempre suelen ser especiales. Hoy no hablaré de las plazas más conocidas de España (la Mayor de Madrid, la de Salamanca), sino de algunas excepcionales de pequeños municipios en los alrededores de Madrid. Seguro que pronto la lista se amplía.

Plaza Mayor de Chinchón, Madrid.
El pueblo de la bebida favorita de las borrachas de Aquí no hay quien viva destaca por su enorme plaza porticada, de geometría totalmente irregular. Casi cerrada en su totalidad por casas de 3 pisos, con paredes blancas y balcones de madera en verde, la plaza ha tenido usos de lo más diversos en la historia: corral de comedias, proclamaciones, ejecuciones públicas, corridas de toros... todo ello con la presencia coronaria de la Iglesia de la Asunción desde lo alto. Un lugar perfecto para zamparse una buena comida o comprar productos típicos, pero no busques heladería porque no la hay.

Plaza Mayor de Riaza, Segovia.
El pequeño pueblo de Riaza tiene una plaza circular, donde por supuesto en las fiestas se celebran las corridas de toros. La plaza no es cerrada, pero todas las casas que la rodean tienen unas característicos soportales, en cuyo techo, como curiosidad, se ven algunos agujeros a través de los cuales los vecinos espiaban quién estaba llamando a su puerta. La plaza es un sitio ideal para tomar algo calentito después de haber esquiado en la cercana estación de La Pinilla, pero eso sí, hay que saber que en el bar te dan colacao pero sólo frío. ¿?


Plaza Mayor de Ocaña, Toledo.
Impresionante espacio casi cuadrado, totalmente cerrado al que se accede por callejones atunelados. Su amplitud y simetría asombran: dos lados con 17 arcos en piedra de medio punto, los otros dos con 18, formando unos soportales llenos de comercios. Casas de 3 pisos perfectamente iguales y el ayuntamiento la jalonan. Su similitud con la Plaza Mayor de Madrid es evidente, aunque esta fuera construida un siglo después.

1 comentarios:

Rodri dijo...

Covanera, el pueblo sin plaza... pero con grupo de Rock!!!