Naturaleza en estado puro

lunes, 26 de noviembre de 2007


Un mismo día la naturaleza me regaló dos espectáculos únicos que, por desgracia, la intervención del hombre hace que normalmente para poder disfrutarlos haya que viajar hasta lugares remotos. Por su apreciada singularidad merece la pena el esfuerzo del viaje.

Una mañana me desperté el primero de todos. Me encontraba en una haima en algún lugar del Sáhara y enseguida noté algo que me llamó la atención. No escuchaba nada. Silencio absoluto. Ni bocinazos, ni anuncios en la televisión, ni campanadas de un tranvía, ni gritos del gentío. Ningún sonido llegaba a mis oídos y tuve la sensación de encontrarme en el vacío. Me pareció que tenía que ser muy similar a la que siente un astronauta levitando en el espacio. Y la sensación eran tan placentera... Salí de la haima deseando continuar con esa sensación en medio de las dunas. Sentado en el pico de la más alta, solo y rodeado de un mar de tranquilidad, me sentí muy pequeño.

Esa misma noche decidimos parar el coche en cualquier lugar de la carretera para picar algo y ver el cielo. Jamás había visto nada igual. Sin luces artificiales a nuestro alrededor que nos obligaran a contraer las pupilas, el firmamento nos invitó a contemplar toda su grandeza. Millones de estrellas que incluso dificultaban la percepción de las constelaciones más simples; una Vía Láctea más lechosa que nunca; estrellas fugaces que caían una vez sí y otra también; y dos invitados de excepción descubiertos por el gran maestro: la galaxia Andrómeda que siempre está ahí pero distinguirla se torna casi imposible, y el objeto borroso que, de repente, se situaba junto a Perseo (luego nos enteramos en la prensa que se trataba del cometa 17P/Holmes, que sin saber aún por qué ha decidido mostrarse a nuestros ojos). Tumbado en el suelo, junto a mis compañeros de viaje y mirando al cielo, me sentí aún más pequeño.

Naturaleza en estado puro.

4 comentarios:

Splendid Grass dijo...

Me han encantado tus posts anteriores pero quizás esta sea la que me haya empujado a escribirte de una vez...xq al mismo tiempo que iba leyendo me iba sintiendo protagonista de tus palabras, me he visto tirá en medio del desierto haciéndome un hueco entre los granos de arena para ver las estrellas que tanto me apasaionan!he vuelto a aMarruecos por un instante xD.
Delfín Mular

Marta dijo...

increible...

lo q escribes tiene q ser increible...

me alegro de q hayas podido gozar de algo asi...

Lince, viajero de culo inquieto dijo...

Fue increíble y volvería a Marruecos sólo para repetirlo. Pero la próxima vez os venís.

Fernando dijo...

Cuando nos bajamos del coche pude estar, sin exagerar, media hora con la boca abierta mirando ese cielo.

Y el descubrimiento del cometa fue algo que, cuando llegamos a España y me leí la noticia, me dio un montón de satisfacción. ¡Menos mal que estás tú para corroborarlo! xD

Para Marruecos II llevaremos telescopio.