Un crisol de culturas

sábado, 5 de abril de 2008

Esta última semana, mientras trabajaba con mis niños de las aulas viajeras, me ha tocado, por diversos avatares de la vida, ir a Córdoba todos los días de la semana, de lunes a viernes. La verdad es que, con tanta visita, he tenido la oportunidad de conocer muchos lugares de esta hermosa ciudad, algunos de los cuales me resultan ya muy familiares; pero ello no ha sido óbice para tener mi cámara digital siempre a mano y poder retratar rincones que me resultan espectaculares.

Los paseos por Córdoba son reflejo de su rica historia; ha sido a lo largo de los siglos testigo directo de la convivencia de pueblos muy distintos, primero los romanos y luego los judíos, musulmanes y cristianos, quienes han dotado a la ciudad de una particular idiosincrasia y de un legado artístico de incalculable valor. Paseando por el empedrado suelo de su judería (del que me acuerdo porque es tan molesto para mis botines de suela plana), entre patio y patio, se pueden encontrar en pocos metros una sinagoga, varias iglesias y la majestuosa mezquita.

Por sus calles se levantan con frecuencia numerosos esculturas, cosa lógica si se entiende la cantidad de ilustres personajes que han nacido en Córdoba, como el filósofo Séneca, el judío Maimónides o el musulmán que da nombre a la calle de mi hermano Álvaro, Averroes; todos ellos referencias obligadas en su campo. Un importante escritor, Góngora, decidó uno de sus sonetos al río que pasa por su ciudad, en el que calificó al Guadalquivir como el "gran rey de Andalucía".

La ciudad era bonita, pero lo será aún más en un futuro próximo. Los grúas y los andamios pueblan el paisaje, ya que la ciudad está haciendo un enorme esfuerzo por ser considerada capital europea de la cultura en 2016, como se lee un muchos carteles. Lo tendrá difícil, pues compite con Cáceres y Burgos, pero desde luego motivos para conseguirlo le sobran.

2 comentarios:

Hanah M. dijo...

anda! ¿cómo has hecho esto de mudarte sin perder antiguas entradas?

la de tbc m gustaba, supongo que no se puede esperar menos de esta.

un beso

Francrak dijo...

Hombre, Félix, ya veo que eso de culo inquieto es más que cierto. Sinceramente me gusta mucho más eso de "Con ojos de lince", no cabe duda de que este nombre se ajusta mucho más a la realidad de su creador. Me gusta el nombre, me gusta tu blog y me gusta tu forma de contar las cosas.
En la última bajada se nos quedó pendiente eso de recorrer Sevilla en bicicleta, así que espero que podamos hacerlo a principios de mayo, cuando estaré de nuevo por allí.
Tío, un abrazo y síguenos deleitando con tus viajes, tus fotos, tu vida.