No creo que haya otro lugar del mundo en el que haya tanto personaje suelto como en la noche más populosa del Carnaval de Cádiz. Porque disfraces hay muchos (las tiendas suelen tener los mismos), pero en este lugar donde se rebosa gracia la imaginación alcanza límites insospechados. Los gaditanos y los no gaditanos pueden pasar meses pensando su disfraz de Carnaval, con una relación en cuanto a diversión directamente porporcional a lo ocurrente e inversamente proporcional al dinero que te gastes en prepararlo.
Ir sin disfraz por sus calles es estar fuera de juego. Todos se disfrazan y todos demuestran alegría, de forma que podemos tener interactuando a alguien vestido de telepollo siendo timado por un seudopolicía municipal; en Cádiz en Carnaval todo vale: le valió al mismísimo Papa, que orgulloso saludaba a sus fieles desde las alturas de un carro del Carrefour siendo llevado por su grupo de cardenales; o a los Lacasitos que con sus vivos colores rivalizaban en creatividad con otros M&Ms tamaño persona; la Mini-yo, Amy Winehouse, los Locopizza, los Messenger andantes que "salían a beber" o el mismísimo Tuenti (¿cómo puede haber un disfraz de Tuenti?), todos en Cádiz y con ganas de fiesta.
La fiesta es fundamentalmente nocturna pero comprobamos cómo desde la tarde ya la plaza de la Catedral se animaba con charangas y el Paquito Chocolatero, y cómo se llenaba de los seres más extravagantes. Los disfraces más repetidos, los de pitufos, piratas de mucha y poca monta (Jack Sparrows sobre todo), vacas (más vacas que en Madrid), hippies, y algún que otro caballero medieval pero ninguno como los "Cruzados de Beckelar". Las calles y plazas se llenaban hasta el colapso, y cambiar de plaza, de la de España a la Mina o a la de las Tortugas, es una locura. Pero, eso precisamente, una locura, es esta fiesta. Una macrobotellona en la que todo el mundo está caracterizado y con un buen rollo que se contagia de unos a otros. A nadie conoces pero con todos compartes algo: las ganas de diversión.
La noche se acaba pero los gaditanos continúan su Carnaval. Nos volvimos el domingo y nos perdimos el carrusel de coros, que ya disfruté el año pasado. Pero ello no es óbice para afirmar con rotundidad: Carnaval de Cádiz. Mejor fiesta 2009.
La fauna del Carnaval
martes, 24 de febrero de 2009
Publicado por Lince, viajero de culo inquieto en 20:16
Etiquetas: 011.Fiestas, 100.España, 110.Andalucía, 112.Cádiz, 802.Promoción29
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4 comentarios:
la fiesta es fundamentalmente noctrurna?????
juas juas juas la uya desde luego, que te pasastes media noche repartiendo besos. Y dicéndonos cuántos nos quieres cada dos minutos!!!
Otra cosa,meses preparando el dizfraz?
Mayor papa tuya 2009 querrás decir, ¿no? xD. Mi disfraz te tengo que decir que lo elaboré en 10 minutos(el tiempo que le dediqué es directamente proporcional a lo currao que estaba).
¡¡Un saludo tío!!
joooo no salgo!! afán de protagonismo, afán de protagonismo lalalalala!
a ver si el año que viene te vemos más tiempo en el carnaval!
un besoteee
PD:no había tantos hippies! :P
Desde luego, no se puede generalizar la preparación de los disfraces, empezando por el mío que era comprado. Pero hay mucha gente que lo empieza a preparar desde ya.
Mawi, tienes razón, a ver si el año que viene llegáis antes de las 12 de la noche y me veis más :P
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