Así da gusto

jueves, 1 de mayo de 2008


Uno de los motivos principales por los que estoy en Alemania es el de conocer la estructura y funcionamiento de algunas instituciones juveniles del país. Desde la escuela nos han organizado diversas visitas a centros de este tipo en Tübingen, en los que trabajan con chavales de todas las edades y circunstancias, y a mi me ha tocado realizar una presentación de uno de estos lugares, la Epplehaus.

Epplehaus es un edificio muy llamativo desde el exterior. Situado junto a la estación de trenes, la fachada de sus 5 plantas está decorada con graffitis con dibujos y eslóganes varios (de temas pacíficos y reivindicativos). La casa en sí es enorme. En total, el edificio cuenta con 850 metros cuadrados, y en él colaboran a medias trabajadores sociales del ayuntamiento de Tübingen y una asociación juvenil. Thomas, uno de los encargados, nos contó que a la Epplehaus puede venir cualquiera, aunque fundamentalmente trabajan con jóvenes de entre 16 y 20 anos desfavorecidos (sin techo, malos estudiantes, drogadictos) a los que les ofrecen divesas alternativas de ocio repartidas en cada una de las plantas: una discoteca, una sala de edición de música, un taller de carpintería, una sala de ordenadores, una sala de conciertos... el tema central es la música, y en nuestra visita comprobamos cómo a un grupo de chavales con síndrome de Down les organizaban un taller de baile.

Mientras lo visitaba, la envidia me corroía. El ayuntamiento de Tübingen está muy concienciado en la educación de sus jóvenes, y en particular dona sin problemas 20.000 euros al ano a la Epplehaus para que gestione sus actividades. Desde mi punto de vista, la Epplehaus no está muy bien aprovechada, pues creo que se le podría sacar mucho más partido con un programa de actividades más sólido e interesante (Thomas nos contó que suelen acudir de 10 a 15 personas al día). Por ello no podía parar de pensar en las trabas que nos pone la Diputación de Sevilla para cedernos a los scouts unos de los inutilizados locales del Psiquiátrico de Miraflores, que se están pudriendo por el desuso; o en todas las actividades que podríamos llevar a cabo con sólo la mitad del dinero que le dan a la Epplehaus o simplemente con una de las plantas del edificio.

Nuevamente, los alemanes nos ganan en lógica por goleada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En sevilla increiblemente hay un montón de asociaciones que trabajan en lo mismo de lo que has escrito. No se exactamente como va el ayuntamiento con ellos, pero se que se mueven mucho y tienen un local y todo. Es q me ha resultado graciosa la actulaizacion porque el otro dia Juanma q trabaja en cosas de esas nos hablo de su organizacion y es increible lo que se mueven.
ro

Cayetano Ruiz de Alarcón Quintero dijo...

Pos anda que si tienen entre 16 y 20 anos y encima estos anos son desfavorecidos... sí que necesitan ayuda. Por cierto ya me ha llegao la postal, ¿Qué tal con las rusas? ¿Quién es la de la foto que no sois ni tú ni Hanah?