De ruta por los Picos de Urbión

martes, 23 de septiembre de 2008

La provincia de Soria guarda, en su lado noroeste y casi limitando con Burgos, un patrimonio natural sorprendente y desconocido. Yo, neófito de esta zona, ardía en deseos de descubrir los tesoros que los folletos y mapas que había ojeado me habían ido publicitando; pero la ruta del clan, para mi satisfacción, superó todas mis expectativas.

Por los Picos de Urbión anduvimos un par de días. Nuestra ruta comenzó en Castroviejo, cerca de Duruelo de la Sierra. Allí, enormes bloques de piedra moldeados a lo largo del tiempo por la erosión del viento y la lluvia nos dieron la bienvenida. Desde este sucedáneo de ciudad encantada de Cuenca se divisaba una vista espectacular de toda la sierra con su verde manto de copas de pinos. Un poco más adelante visitamos una cueva cuya entrada se veía bloqueada por una cortina de agua que no impidió que nos hiciéramos una foto a su lado.

Ya con las pesadas mochilas a cuestas, partimos por una senda por la que aún circulaba algún vehículo. El camino comenzaba su tendencia al alza mientras nos cruzábamos con los chicos de la Ruta Ibérica que venían cuesta abajo. Poco después, el sendero se estrechó y, después de una obligada parada para comer, la cuesta se empinó hasta límites insospechados. Comenzaba la auténtica ascensión.

El ritmo, más lento, y el paisaje, espectacular. Rodeados de pinos, subíamos por la ladera de un valle que formaba un recién nacido Río Duero. A ambos lados, verdes praderas y cadenas montañosas de rocas grises que nos encajonaban en nuestra ruta. Las rampas suavizaron y el camino discurría junto a las cristalinas aguas del río, que en ocasiones formaban unas apetecibles pozas para el baño.

Un poco más arriba encontramos el nacimiento del río (fue curioso que el año pasado en el campamento visitase Oporto, donde desemboca, y este año Soria, donde se origina). Un cartel nos avisó de tal hecho, pues el chorro de agua que sale es mínimo y no es difícil pasárselo de largo. Bebimos un trago de su fresca agua para coger energías y seguir a la conquista del pico.

El pico Urbíon no quedaba lejos. Con sus 2.228 metros sobre el nivel del mar, es el punto más alto de toda la provincia. Para alcanzar el punto geodésico hay que casi trepar por algunas rocas pero no tiene mayor dificultad. La vista desde arriba, después del esfuerzo, es reconfortante, y se contemplan varias lagunas a su alrededor. Pero no eran éstas nuestro objetivo final...

Comenzamos a oir truenos y decidimos continuar rápido la marcha. Pero la granizada fue inevitable. Sin cobijo posible, recibimos toda la dureza de los pedruscos helados en nuestras cabezas. Un día espléndido se había transformado en unos minutos en una tormenta inesperada. La montaña es así de traicionera.


Afortunadamente, "sólo" duró 5 minutos. Entre un campo minado de bolitas blancas, emprendimos la bajada por un valle que nos debía conducir a la Laguna Negra, donde dormiríamos. El camino no tiene pérdida, aunque no es corto. Se pasan un nevero perpetuo y una primera laguna y, después de muchos kilómetros, se obtiene una de las mejores recompensas que he recibido en mi vida. La Laguna Negra no se ve desde lejos, sino que te la encuentras de repente. Y ese encontronazo deja boquiabierto a cualquiera. Desde un balconcillo situado a unos 60 metros de altura, la laguna se presentó ante nuestras atónitas miradas, que no daban crédito a tan bello espectáculo. Estaba oscureciendo y no paramos de hacer fotos para plasmar aquel momento. Aunque, sin duda, el mejor recuerdo lo guardo en mi retina.

Descendimos por un peligroso acantilado, hasta encontrar el refugio donde dormiríamos aquella noche. Unos descansaron dentro pero Íñigo y yo preferimos pernoctar junto a la orilla de la laguna. No todos los días se puede tener el lujo de dormir en un lugar así. La luna salió para darnos las buenas noches tras una larga jornada, y reposamos plácidamente que bien lo merecíamos.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Increible!! Está super guay la entrada, has conseguido transportarme allí.
Un besote
ro

Unknown dijo...

Ya lo sabes, pero lo vuelvo a repetir...Q envidia!!

Anónimo dijo...

Cómo siempre haces q la lectura de tu blog sea como viajar!!
me encantaria hacer un viaje contigo y ver el mundo con esos ojos de lince..
tengo ganas de verte,porque siempre es un placer!!
1abrazo de 1 ocelote q te quiere!

Anónimo dijo...

Ojala hubiese estado alli con vosotros...aunque la "Demetrio Team" tambien se pego sus pateos, y sobre todo se jinchó de ver pueblos! jajaja XD

estoy enamorado de Soria por vuestra culpa!! gracias!

un AkelAbrazo enorme de esos asi to grandes pa ti!! :P