El otro día, nada más salir de la estación de Chamartín, me quedé embobado. Nunca me habría podido imaginar que, ascendiendo desde las catacumbas del metro, se iban a alzar ante mí los edificios más altos que he visto en mi vida. Ya conocía de su existencia, y de hecho, los veo a lo lejos desde el parque Juan Carlos I cuando me pongo a correr alguna tarde (y eso que ambos puntos se encuentran situados a muchos kilómetros de distancia). Pero tenerlos enfrente tuya impresiona. Me resultaba imposible apartar la mirada ante semejantes colosos. Y el cuello, desde luego, se resentía.
Madrid siempre ha tenido edificios muy altos, pero, al igual que no tiene playa, tampoco contaba con el rascacielos de mayor altura de España, honor que ostentaba hasta ahora el hotel Bali de Benidorm. Lo de acercar el mar es tarea imposible (aunque si Esperanza Aguirre se lo propone...) pero lo segundo, en la ciudad donde todo es grande, parecía al alcance de los presupuestos municipales.
Así surgió la idea de crear, en los antiguos terrenos del Real Madrid (por los que recibió una descomunal fortuna con la que enriquecerse aún más), un complejo de oficinas de concepción vertical, basado en 4 inmensos rascacielos situados al final del paseo de la Castellana, justo después de las Torres KIO (que hoy en día están absolutamente eclipsadas por sus vecinas mayores).
El nuevo centro de negocios se ha denominado Cuatro Torres Business Area (que suena tan raro como decir Área de Negocios de las Four Towers) y está basando en 4 edificios:
- La más sureña es la Torre Caja Madrid, que ostenta a día de hoy el record de edificio más alto de todo el país con 250 metros desde el suelo. Norman Foster ha sido su diseñador y desde mi punto de vista debería entrar en el Libro Guiness por crear la estantería de CDs más grande del mundo. Su forma es sencillamente espectacular.
- La siguiente es la Torre Sacyr Vallehermoso, la única con arquitectos españoles. "Sólo" mide 236 metros y tiene una base de triángulo equilátero de puntas redondeadas.
- Después viene la Torre de Cristal, diseñada por César Pelli (el arquitecto que levantará en Sevilla ese rascacielos que hará sombra a la Giralda). Dicen que tiene 249 metros de altura (por sólo un metro no es la más alta) y lo más interesante es que en el piso superior tienen la intención de instalar un jardín cubierto.
- La última de las torres es la que tiene un diseño más extraño pero, en mi opinión, más original. Es la Torre Espacio, de 223 metros. Parece un cohete espacial de dimensiones exageradas, pues su base es cuadrada y a medida que va ganando altura ese cuadrado se va transformando en una elipse. Increíble pero cierto.
El complejo de rascacielos aún no está inaugurado, pero se prevé que queden abiertos a principios de 2009. Y con ellos, toda la red de caminos que han construido en el subsuelo para que los empleados que trabajen allí accedan directamente al CTBA sin colapsar el tráfico de la superficie. En Madrid todo está pensado.
Yo, de momento, me conformo con seguir mirando al cielo para ver y nunca acabar estos magníficos rascacielos, que son tan altos que a veces, como pude comprobar, las nubes les quedan por debajo. Espero que dentro de poco pueda comentar la vista desde todo lo alto.
Yo seguiré mirando al cielo
sábado, 20 de diciembre de 2008
Publicado por Lince, viajero de culo inquieto en 21:07
Etiquetas: 012.Monumentos, 100.España, 190.Madrid
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