Es, creo, mi lugar favorito de Sevilla. Un pantalán. Este embarcadero sobre el río en la orilla de Triana, cerca del puente de Chapina, es un lugar desde el que la ciudad se ve desde otra perspectiva.
Tumbado sobre él, la vida es tranquila, sin la barahúnda (curiosa palabra que aprendí de "Un mundo sin fin") del tráfico o las aglomeraciones. Tu cuerpo se mueve al ritmo que marcan las aguas del Guadalquivir, especialmente perturbadas cuando pasa el barco turístico camino de la Expo y cuando vuelve de regreso. El viernes pasado (un soleado día de febrero) disfruté contemplando desde allí los incontables piragüistas que practican su deporte favorito, o las personas que aprovecharon para tomar el sol o para charlar con sus amigos descansando sobre el verde césped del Capote.
Es un lugar especial, que descubrí el año pasado gracias a Lobote. Un lugar ideal para pasar una noche de verano (con el aliciente de tener que apañártelas para entrar con la puerta cerrada), o para encontrar ese bolígrafo que creías perdido. Un lugar al que siempre desvío la mirada cuando paso cerca, con ganas de volver a él a ver la vida pasar.
Una mirada desde el río
jueves, 6 de marzo de 2008
Publicado por Lince, viajero de culo inquieto en 1:16
Etiquetas: 006.Lugares, 100.España, 110.Andalucía, 113.Sevilla
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2 comentarios:
:)
tb es mi lugar favorito, pero ya lo sabías.
Fantástico lugar, para recoger boligrafos perdidos... jejejeje
un beso gigante
Esa noche fue fantástica!!!
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