El record de la hora (y 18)

jueves, 2 de octubre de 2008

Hace ya una semana que corrí la XX Carrera Nocturna del Guadalquivir y aún no me creo que lograse acabar la carrera y sin pararme ni una sola vez a lo largo de los 12 kilómetros de distancia. Sobre todo teniendo en cuenta que sólo había salido a correr 3 veces antes en mi vida y con una marca máxima de 40 minutos seguidos. ¿Cómo pude aguantarlo?

Puede que me motivase el atractivo recorrido. La carrera discurre paralela al río en su mayor parte, pasa por la Torre del Oro y la Barqueta, y termina en las pistas del Estadio Olímpico (que por fin se abre para algo). O tal vez me motivó que, aquel día y a la misma hora, Amaral ofreciera un concierto en el Auditorio y por dos veces escuchásemos privilegiadamente sus canciones mientras trotábamos en busca de la meta.

Tambien motivaba el festivo ambiente de la carrera. Más de diez mil corredores abarrotaban las calles y adelantar se tornaba complicado en algunas fases. Resultaba bastante divertido correr junto a atletas vestidos con traje de flamenca o junto a uno disfrazado del mismísimo papa, al que, ataviado con su sotana, sombrero papal y libro en la mano, le cantaban "Qué maravilla, el papa está en Sevilla". O el público que nos apoyaba, incluyendo el hecho de encontrar caras conocidas como las de Magüi o Lola.

Y, por supuesto, me sirvieron de ayuda mis compañeros de carrera, aunque empezamos los últimos porque no nos encontrábamos en la salida. Gema, Íñigo y sobre todo Palma, quien continuaba hablándome y animándome a pesar de que a partir del kilómetro 7 empecé a flaquear y me resultaba imposible responderle.

Pero, fundamentalmente, conseguí acabar por orgullo propio. Tenía esa ilusión y quería conseguirlo. Y conforme quedaba menos distancia para llegar, y las fuerzas se esfumaban vertiginosamente, cada vez tenía más ganas cruzar la meta. La entrada al estadio es espectacular, me asaltó una gran alegría al ver las gradas desde dentro y golpear la pista con mis pies, y de repente, sin saber cómo, comencé a dar zancadas más largas y aumentar la velocidad. ¿Dónde se había ido el cansancio? No lo sé, pero en la curva final adelantamos a muchos corredores y cruzamos la meta una hora y 18 minutos después de haber tomado la salida. Todo un record personal. La carrera había concluido y me invadió una gran satisfacción.

Después del gran esfuerzo, abrazos, camisetas de regalo y cervecitas. Esta carrera ha sido una gran experiencia, y espero que sigan proyectando más eventos como este pues ayuda al fomento del deporte entre los ciudadanos.

4 comentarios:

Splendid Grass dijo...

¡Un año de estos la hago si señor! Yo te vi, ¡¡ole!!

Marta dijo...

me alegro muchisimo de que lo pasaras tan bien, y de q terminaras claro!!!

algun dia volvere a retomar el atletismooo...jejejej

Cayetano Ruiz de Alarcón Quintero dijo...

A mi no me vio nadieeee, hice 1h:20 mins :'( , por cierto estuve dando vueltas por la barqueta a eso de las 9 y media y no te veía por ningún lao.....

Lince, viajero de culo inquieto dijo...

yo creo que tano no la corrió: no se encontró a nadie y yo no le vi ni en la barqueta ni tampoco corriendo, y eso que dice que llegó un pelín después que yo :P

también vi a lobita y a Z, por cierto.

un saludos pah to